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Durante la gestión 2018, las entidades de regulación y supervisión financiera de la región continuarán enfrentando retos ya identificados en años anteriores. En efecto, a pesar de que el paquete de reformas de Basilea III llegó a su fin, debido a las características de los mercados locales, una proporción importante de los países de la región implementan los marcos de Basilea I y II, lo que eleva la importancia de continuar con la discusión de la efectiva y oportuna adopción de los estándares internacionales. Asimismo, al igual que el año anterior, el de-risking aún afecta a distintos países a lo largo del continente, principalmente impactando sobre los países de Centroamérica y del Caribe. Finalmente, por las características de los mercados de la región, diversos indicadores vuelven a señalar al riesgo de crédito como un tema de alta prioridad entre los Miembros Asociados.
Por otro lado, nuevos temas y retos aparecen a lo largo de la región. La implementación de un marco de regulación y supervisión proporcional se constituirá en uno de los temas de discusión centrales en las Américas. Asimismo, el rápido desarrollo de nuevas tecnologías trae consigo beneficios potenciales como nuevos retos y riesgos para los mercados de la región. Los riesgos de ciber-seguridad, protección de datos personales y validez legal de datos biométricos son algunos de los temas relevantes en torno al uso de tecnología en la provisión de productos y servicios financieros.
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