1376 descargas
La respuesta regulatoria a la crisis financiera internacional de 2007-2009 resultó en un marco regulatorio más robusto pero también más complejo. La complejidad adicional de Basilea III disparó discusiones sobre el principio de “proporcionalidad”; esto es, sobre cómo ajustar los requerimientos regulatorios a bancos que no son activos internacionalmente, especialmente a aquellos más pequeños y menos complejos. Este documento compara los enfoques de la proporcionalidad que han sido aplicados, o se encuentran en proceso de planeación, en seis jurisdicciones. En la práctica, los estándares de Basilea son requeridos en su totalidad al menos para aquellos bancos considerados de mediano o de gran tamaño. Sin embargo, existe otra posibilidad dentro del alcance del marco regulatorio para bancos pequeños o menos complejos. Los ajustes proporcionales buscan reducir la carga regulatoria para esos bancos, cuyos criterios de segmentación varían entre jurisdicciones. En particular, los reguladores deben ponderar las implicaciones para la estabilidad financiera y para el ambiente competitivo doméstico. Las opciones de política enfrentan disyuntivas complejas en este aspecto. Sería razonable entonces buscar un cumplimiento y una carga regulatoria proporcionales para bancos más pequeños y menos complejos, pero sin poner en riesgo la solvencia y la liquidez mínimas deseadas. En otras palabras, la proporcionalidad debe incorporar reglas que sean más simples, pero no necesariamente menos estrictas.
Comentarios (0)