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A partir de la crisis financiera mundial, los bancos han implementado varios cambios para mejorar su conducta y cultura. A pesar de estos esfuerzos, la industria bancaria todavía tiene una percepción negativa por parte de los consumidores y se debe trabajar en reestablecer la confianza, dado que aún pueden encontrarse faltas de conducta y cultura en las instituciones. Además, algunos líderes de la industria han mostrado preocupación respecto a (i) la falta de convicción en que la industria realmente ha cambiado; (ii) un creciente agobio institucional en temas de conducta y cultura; (iii) incertidumbre en torno a nuevas fuerzas externas que impactan la conducta; y (iv) preocupaciones acerca de que los ajustes no se incorporen adecuadamente y que no sean permanentes. Por su parte, los reguladores y supervisores han prestado mayor atención a la conducta y la cultura, pero aún están considerando el alcance de sus funciones y responsabilidades, así como su capacidad para ayudar a la industria a enfrentar estos problemas. Los autores consideran que la regulación puede ser una herramienta eficaz para establecer principios básicos, reenfocar la atención de los bancos en las áreas de conducta más débiles, además de proporcionar información y lecciones de la industria. (Texto en inglés)
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